Pero aquí estoy de nuevo, tecleando, letra a letra, bien o mal -qué más da-. Lo único que siento es la inspiración (divina o no) y el fluir de las palabras. Es una extraña sensación, de pronto estoy tumbado, muerto de sueño y cansancio, cuando algo parece conectar en mi cabeza, un clic cósmico el el que por un espacio de tiempo (segundos u horas, depende...) todo fluye: sin forzar los pensamientos, las palabras, tan sólo escribo. Y es en esos instante y sólo por esos instantes por los que me siento escritor.
Algunos lo llamarán inspiración, yo creo que es algo más, al menos en mi caso: esos momentos no me inspiran, son esos momentos los que crean, es esa parte de mí que misteriosamente se ha activado la que está escribiendo. No es mi yo escritor y por supuesto tampoco es mi yo real, sino otro yo, el yo inconsciente de mi yo escritor. Y pensándolo bien, si propiamente no soy consciente de lo que escribo, ¿por qué he de adueñarme de ello? ¿No sería acaso más lícito que esos escritos surgidos en esos momentos (llamémoslos de inspiración), vayan firmados por la parte no consciente de mi yo escritor? Tal vez.
Pero sea como sea, esta tierra es la que me trae más momentos de inspiración, cosa que en algo más de un año Valladolid no ha podido hacer. Imagino que aún necesito a la ciudad de Palencia: sus calles, silencio, frío, noches en vela.

La parte no consciente del yo escritor de José Luis Merino
P.D: Feliz año que comienza a vosotros también :)
P.D2: ¿Me habéis echado de menos? :P (yo sí)
P.D3: La propuesta del blog conjunto ahí está...
P.D4: Dentro de muy poco tendréis una sorpresa n_n
Etiquetas: pensamientos
Una sorpresa! me encantan las sorpresas! (al menos las que no se acoplan en tu casa mes y medio jeje).
Pues tú firma como quieras pero no dejes de escribir, en Palencia, en Pucela o donde el destino te lleve.
Muchos besos y sí, claro que te hemos echado de menos ;)